El Pato Silva, tras su odisea en el Dakar: Unos camellos me despertaron en el desierto
12.01.2022
El piloto, que volverá a la competencia el miércoles, le contó a Clarín las situaciones insólitas que se viven en el Dakar y explicó el desperfecto de su camión.
El Pato Silva, tras su odisea en el Dakar: “Unos camellos me despertaron en el desierto”
El piloto, que volverá a la competencia el miércoles, le contó a Clarín las situaciones insólitas que se viven en el Dakar y explicó el desperfecto de su camión.
WADI AL DAWASIR, Arabia Saudita.-
“El Dakar tiene esto que la gente no llega a comprender. Nos agarró la noche con el camión roto en el desierto y nos tuvimos que quedar allí hasta la mañana siguiente. En un momento nos quedamos dormidos y me despierta un ruido. Eran unos 10 camellos que estaban rodeando el camión”.
El relato es de Juan Manuel Silva, que aún con el buzo antiflama puesto desde el domingo por la mañana, maniobraba el trailer con el que habían trasladado su camión de competición ya en la madrugada del martes, a más de 1000 kilómetros de distancia desde la etapa que había comenzado 48 horas antes en Riad y esta noche más que movida en Wadi Al Dawasir.
Increíble el destino de Silva con este camión MAN del Puma Energy Rally Team. Padeció un inconveniente eléctrico durante la primera mitad del Dakar 2022, lo que generaba una merma en la potencia del vehículo de unos 8000 kilos.
Finalmente llegó el día de descanso en Riad, la capital de Arabia Saudita, y allí el piloto chaqueño, junto con el también argentino Carlos Mel Banfi, uno de sus tripulantes (el restante es el español Pau Navarro, de apenas 17 años), se las ingeniaron para solucionar el problema que los aquejaba.
El domingo, ya presto para largar la 7a etapa, Silva estaba motivado. Sabía que podía mejorar el puesto 25° que poseía en la clasificación general. Y sin embargo, llegó lo inesperado.
“Salimos muy confiados. Pasaban los kilómetros y sentía mejor el camión. Sorteamos muy bien las dunas. Hablábamos que si no teníamos esa potencia extra no las hubiésemos podido superar. De pronto se cortó todo y cambió el día”, explicó Silva a Clarín, a las 00:15 del martes en Arabia.
Sobre el desperfecto del camión, Silva explicó mientras descendían el camión del trailer que lo transportó: “Debe ser la bomba inyectora, se cortó de golpe. Funciona todo, gira el motor, el combustible llega a la bomba inyectora, pero no ingresa. Puede ser muchas cosas, pero el problema creo que está ahí. El equipo ya se pondrá a trabajar para solucionarlo. Por la hora creo que el martes no saldremos para la etapa N° 9. Pero sí prepararse para mañana, miércoles”.
“No sólo hay que encontrar el problema. En el camión hay que poner en condiciones nuevamente todo lo que se desarmó buscando cuál era el problema. Seguiremos haciendo experiencia”, destacó el chaqueño.
Pese a la desazón por quedar fuera del clasificador, Silva comentó su estado de ánimo: “No es que estoy feliz, obviamente que no. Pero a diferencia de otras veces en el Dakar, esta vez no fue por un tumbo, o por un choque, por el corte de una duna, por arrancar una rueda, por las cosas típicas del Dakar. Hubo un inconveniente mecánico que nos dejó de a pie”.
A 120 kilómetros del final de la etapa N° 7, con llegada a Al Dawadimi, el camión se detuvo. El reloj marcaba las 17.25 y en Arabia Saudita, en pleno invierno, a esa hora ya es de noche. “Yo sabía que me iba a agarrar la noche al finalizar la etapa. Pero fue peor. Estuve más de 24 horas para volver a encontrarme con la civilización”, destaca el Pato con Clarín, en Arabia Saudita.
-Cómo pasaste la noche?
-Es complicadito. Uno se queda en el medio del desierto. Una desolación muy grande. No hizo tanto frío, pero allí nos quedamos los tres. A eso de las 6.30 de la mañana llegó el camión de barrido (el vehículo de la organización que auxilia a quienes se quedan en el camino) y pudimos salir a la ruta.
-¿Te asistió con algo el camión de barrido?
-Sí. Ese vehículo viene con alimentos, bebidas, con medicamentos también. Después nos llevaron a un pueblito. Por suerte allí justo pasaba un señor con un camión. Le hice señas y traté de hacerme entender. No hablaba inglés. Mi inglés tampoco es muy bueno. Pero me consiguió un carretón para trasladar el camión hasta este campamento. Fueron 800 kilómetros de ruta. Y en total fueron casi 1000 kilómetros.
-En el desierto, ¿estaban solos o había otros vehículos de la carrera detenidos?
-Estábamos solos. En un momento aparecieron unos camellos. Había como 10 camellos al lado del camión. Yo le comentaba a Carlos (Mel Banfi) que si uno le comenta a la gente todo lo que vive en un Dakar, no logra entenderlo. Por ejemplo esto. Estábamos durmiendo en el camión. Sentí un ruido raro. Miré por la ventanilla y había 10 camellos al lado. Hay muchísimas cosas en el Dakar que si las contas, la gente no sabe si las estás inventando, si es ficción. Pero el Dakar es así. This is Dakar, man
Fuente: CLARIN