El Estado en retirada: 60 mil despidos y un país a la intemperie

El Estado en retirada: 60 mil despidos y un país a la intemperie

Por Redacción Consenso Patagónico

Desde diciembre de 2023, el gobierno de Javier Milei emprendió una cruzada que no se disfraza: achicar el Estado hasta reducirlo a su mínima expresión. El informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela con crudeza la magnitud del ajuste: 60.784 puestos de trabajo menos en el sector público nacional en apenas dos años, una caída del 17,7% que equivale a 83 personas despedidas por día. No son números fríos: son vidas, familias, territorios y derechos que se desmoronan.

La narrativa oficial habla de “eficiencia”, “racionalización” y “fin del despilfarro”. Pero detrás de esas palabras se esconde un vaciamiento sistemático de funciones esenciales del Estado. El recorte no distingue entre áreas técnicas, científicas, sociales o estratégicas: se trata de una poda indiscriminada que erosiona la capacidad pública de sostener la vida cotidiana de millones de argentinos.

Empresas estratégicas en la mira

El ajuste golpeó con más fuerza a las empresas y sociedades del Estado, donde se concentran los mayores despidos. El Correo Argentino encabeza la lista con más de 5.000 cesantías, afectando no solo el envío de cartas y paquetes, sino también la distribución de DNI, medicamentos, materiales educativos y el soporte logístico de los procesos electorales. La Operadora Ferroviaria perdió 3.375 trabajadores, retroceso que encarece la logística y debilita las economías regionales. El Banco Nación, con 2.069 desvinculaciones, se encuentra en la antesala de una privatización anunciada. Aerolíneas Argentinas y AySA también sufrieron recortes que comprometen la conectividad y el acceso a servicios básicos.

El caso más extremo es el de la ex Télam, desmantelada con el despido del 79% de su personal. No se trata solo de un ajuste presupuestario: es un golpe simbólico a la soberanía informativa y a la pluralidad de voces. Con su virtual cierre, se consolida la concentración mediática y se silencia la mirada federal que la agencia supo construir.

Ciencia, tecnología y conocimiento bajo ataque

El informe muestra que el ajuste no se detuvo en las empresas: también alcanzó al corazón del sistema científico y tecnológico. El CONICET perdió casi 2.000 investigadores y técnicos, el INTI redujo su planta en 774 trabajadores y el INTA en 661. La consecuencia es clara: debilitamiento de la investigación en salud, ambiente y soberanía alimentaria, pérdida de asistencia técnica a pymes y retroceso en innovación tecnológica. Argentina, históricamente reconocida por su producción científica en la región, se enfrenta ahora a un vaciamiento que amenaza con la fuga de cerebros y la paralización de proyectos estratégicos.

Derechos sociales y servicios esenciales en riesgo

La ANSES, columna vertebral de la seguridad social, perdió 1.584 trabajadores, lo que afecta la atención de jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares. El SENASA, responsable de garantizar la sanidad agroalimentaria, redujo su personal en más de 600 puestos, poniendo en riesgo la trazabilidad de exportaciones y la inocuidad de los alimentos. La Agencia Nacional de Discapacidad sufrió un recorte del 36%, debilitando la atención integral de personas con discapacidad. En todos los casos, el impacto es directo sobre los sectores más vulnerables, que quedan expuestos a la intemperie.

El ajuste llega a las Fuerzas Armadas

Por primera vez en décadas, las estructuras centrales de las Fuerzas Armadas fueron alcanzadas por el ajuste. El Estado Mayor de la Armada perdió más de 1.000 agentes y el Ejército 642. La medida, inédita, plantea interrogantes sobre las capacidades operativas y administrativas en un contexto de creciente demanda de profesionalización y modernización. El gesto político de austeridad se convierte en un riesgo estratégico para la defensa nacional.

Un nuevo paradigma: el Estado mínimo

El informe de CEPA concluye que el ajuste no responde a una lógica de modernización ni de eficiencia, sino a una estrategia deliberada de desmantelamiento institucional. Se trata de un cambio de paradigma: el Estado deja de ser garante de derechos, regulador de mercados y motor de desarrollo, para convertirse en un actor residual subordinado a la lógica privada.

La pregunta que queda flotando es qué país se configura tras este vaciamiento. Un país sin correo público, sin agencia de noticias, sin ciencia ni tecnología, sin seguridad social robusta, sin capacidad de fiscalizar alimentos ni de garantizar conectividad. Un país donde lo público se reduce a su mínima expresión y donde los derechos se transforman en mercancías.

El ajuste de Milei no es solo un recorte de personal: es un proyecto político que redefine la relación entre Estado y sociedad. Los 60 mil despidos son la expresión más visible de un modelo que apuesta por la desregulación, la privatización y el mercado como único organizador de la vida colectiva. El costo lo pagan los trabajadores, los jubilados, los científicos, los estudiantes, los usuarios de servicios públicos y, en definitiva, toda la ciudadanía.

El Estado en retirada deja un país más desigual, más vulnerable y más dependiente. La historia dirá si este desguace fue un paréntesis o el inicio de una nueva etapa.

INFORME CEPA La dotación de personal del Sector Público Nacional Datos a octubre 2025 by CONSENSO PATAGONICO

Fuente: CONSENSO PATAGONICO